La siguiente historia tiene lugar en un paraíso terrenal de
extensos bosques de coníferas y una población animal variada, este lugar
es llamado Tlalmanalco de Velázquez, y
se ubica en el oriente del estado de México, en éste municipio existe un cerro
llamado el “tenayo”, sobre éste cerro se conocen diversas historias sobre su
origen geológico, y algunas leyendas de cuevas encantadas, entre otras.
El
cerro del tenayo es considerado un patrimonio nacional, y el Instituto Nacional
de Antropología e Historia lo tiene relacionado como dominio histórico, además
de que el cerro del tenayo es el símbolo de la cultura de los habitantes de
Tlalmanalco. El cerro está compuesto en su mayoría por material pétreo que
utilizan en el asfalto, unas personas dicen que es una chimenea volcánica que
se originó de la expulsión y acumulación de ceniza volcánica. Otra versión es
que debajo del cerro del tenayo existe una vena de mar, mientras que por otra
parte afirman que se trata de un volcán inactivo.
Al
realizar la recopilación de leyendas me encontré con dos leyendas diferentes
del tenayo y procederé a contarles la que me pareció más interesante.
Este
relato fue contado por la señora Rosa habitante de Tlalmanalco, ella recuerda
que cuando era muy pequeña su padre le contaba que el cerro del tenayo estaba encantado,
su padre le contó la historia de un vecino
que habitaba en esa zona antes de que se construyeran las unidades
habitacionales.
El señor humilde de nombre Gelasio sembraba su maíz en
la parte más baja del cerro del tenayo por o cual todos los días iba y venía de
sus tierras, una tarde don Gelasio subió al cerro en busca de unos palos para
sostener su casa ya que en la parte alta se encontraba los árboles más grandes,
al encontrar el árbol adecuado prosiguió a cortarlo y a llevarlo de bajada.
Ya
en el camino de bajada Gelasio observó un movimiento extraño entre los árboles
y al acercarse vio que se trataba de una
cueva que antes no estaba ahí, al llegar a la cueva vio que en su interior
había una tienda y quedo muy sorprendido, de pronto se le acercó un tipo y le
dijo que tomara lo que necesitara y se retirara, ya que era gratis pero que si
volteaba le cobrarían todo. Gelasio sin malicia tomó unos panes y un poco de
agua, se dirigió a la salida y sin voltear salió sin ningún problema, tomó sus
palos y se fue, al llegar a su casa se encontró con una gran sorpresa pues uno
de los panes que no se comió se convirtió en una moneda de oro. Al otro día
volvió al mismo lugar pero ya no estaba la cueva, Gelasio subió por varios días
sin poder encontrar nada. Fue entonces que le contó a uno de sus amigos lo que
le había ocurrido y le mostró la moneda de oro, también le contó que para el
siguiente año iría de nueva cuenta para ver si encontraba nuevamente la cueva.
Al año siguiente el amigo
codicioso quiso ser el primero en encontrar la cueva, y planeaba espiar a
Gelasio para darle un balazo y quedarse con el oro. El día tres de mayo fue cuando por fin el día llegó. Cuando
Gelasio estaba por llegar a la cueva salió su amigo apuntándole con su rifle,
una vez sometido lo amarró en un árbol y su amigo entro a la cueva. Durante
algún tiempo estuvo muy asustado porque talvez al salir de la cueva lo matarían. Pero Gelasio luchó por
desamarrar los nudos que lo ataban de manos y pies hasta que lo logró. Al
lograr zafarse de aquellos amarres
regresó a su casa de inmediato y no le contó lo sucedido a nadie.
Nuevamente
pasó un año, en esa tarde Gelasio llegaba de sus tierras, con sus animales y en
la puerta de su casa estaba un señor de edad avanzada, a lo que se quedó muy
sorprendido ya que nadie iba a visitarlo, desmontó del caballo y se dirigió a
su puerta, cuál sería la sorpresa ya que ese anciano era el amigo que lo había
traicionado y casi matado un año atrás. Aquel anciano le contó que entró y trató
de cargar lo que más pudiera pero cuando iba de salida escuchó una voz de mujer
que lo llamaba por su nombre y tiró las cosas al voltear tan rápido, las junto
y salió. En cuanto salió se dio cuenta que todo había cambiado incluso él que
había envejecido veinte años sin ninguna explicación. El anciano le pidió
perdón y se marchó sin más. Gelasio jamás volvió a entrar a esa cueva y a su
amigo anciano lo juzgaron de loco cuando contó lo que había sucedido en la
cueva ya que no tenía ninguna prueba de
lo que decía. Esto afirma que hay tesoros que es mejor nunca encontrar y que la
codicia es un mal compañero.
Cabe mencionar que actualmente el
cerro del tenayo se encuentra en peligro debido a intereses personales y a la
sobre explotación del material pétreo
con el cual está formado en su totalidad. El pasado 19 de septiembre del
2017 sufrió un deslave debido a un temblor lo cual a reducido su tamaño aún más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario