la leyenda del cincuate

La leyenda del cincuate, es también conocida como la leyenda del alicante lechero. Este animal es una serpiente que no tiene veneno, ni colmillos, solo tiene dientes de tres milímetros de tamaño como máximo.

Su nombre procede del vocablo náhuatl,” cin” que significa “maíz” y “coatl” que significa “serpiente”, a lo que se traduce como la “serpiente del maíz”, el nombre lo adquiere debido a que habita cerca de las milpas, y los habitantes mesoamericanos la consideraban un animal sagrado de igual manera que consideraban sagrado el maíz.

Podemos describir físicamente que el cincuate es una serpiente constrictora de cuerpo macizo, en la parte de su panza tiene una coloración amarilla con manchas oscuras pequeñas esparcidas irregularmente a los lados, que contrasta con las manchas semicirculares a lo largo del cuerpo que van del castaño oscuro al negro. Estas serpientes habitan en bosques espesos y el desierto alto.

En Jalisco y otros estados de México se le atribuye al cincuate o alicante que maman las ubres de las vacas y otros casos más extremos se dice que toman la leche directamente del pecho materno. Estos hechos alimentan la imaginería del pueblo mexicano los cuales cuentan historias relacionadas con éstos animales.

He realizado una recopilación de historias entre las cuales los casos son muy similares, pero me encontré con una historia muy singular la cual les contaré en esta ocasión.

Esto sucedió en un pueblo ubicado a las faldas del volcán Popocatépetl, éstos lugares son conocidos por sus grandes extensiones de terreno para la agricultura y ganadería, también son muy conocidos por sus extensos bosques de coníferas que cuentan con una gran variedad de especies animales y vegetales. Las condiciones en las cual se encuentra esta zona son favorables para la aparición de serpientes, pero no de cualquier serpiente, hablamos del legendario y mítico cincuate.

El señor Javier cuenta que cuando él era niño ocurrió un hecho muy extraño en su comunidad, ya que un cincuate dejó embrazada a una señora que tenía a un bebé al cual le daba leche materna.

Don Javier nos cuenta que todos los detalles se los platicó la señora Patricia a su mamá y por eso él tiene todos los detalles de este suceso. Doña patricia tenía veinticinco años de edad y dio a luz a un pequeño varón que le puso el nombre de Felipe.

Su esposo Pablo iba diariamente a trabajar en el campo, y realizaba unas largas jornadas de trabajo agotador, por lo cual llegaba a su casa ya entrada la noche. Durante los primeros meses todo iba muy normal en la vida de este matrimonio. Un día por la tarde doña Patricia se encontraba haciendo la comida en su casa cuando vio a una serpiente dentro del cuarto donde se quedaba el pequeño Felipe, muy espantada tomó una escoba y la comenzó a golpear, la serpiente huyo hacia las yerbas y se perdió en el extenso bosque.

La mamá de don Javier cuenta que una tarde mientras ella lavaba su ropa, escuchó que en la casa de doña Patricia estaba llorando el pequeño Felipe de una forma muy desgarradora, este hecho le inquietó a mi madre y sin más fue hasta la casa para revisar qué les estaba pasando, la sorpresa de mi madre fue que al llegar a la casa de doña Patricia, estaba muy dormida en su sillón con sus pechos descubiertos y lo peor de todo era que el pequeño se encontraba tirado en el suelo, mi madre al ver esto comenzó a golpear muy fuerte la puerta hasta que logro que doña Patricia despertara. Ya dentro de la casa mi madre le preguntaba qué había sucedido pero doña Patricia no recordaba nada. En repetidas ocasiones sucedió lo mismo hasta que un día llegó su suegra y la encontró en la cama con sus pechos descubiertos y el niño en el piso, la suegra de inmediato entró para levantar al pequeño y esperar a que doña Patricia despertara. En cuanto llegó Pablo del trabajo la acusó de que estaba borracha y que por ese motivo el niño estaba tirado en el piso llorando por la tarde, además de que la había encontrado con los pechos descubiertos lo cual hacía pensar que tenía un amante.

Esa misma tarde doña Patricia le contó todo lo ocurrido a su esposo Pablo y tuvieron una pelea muy fuerte, ella le decía que no recordaba nada pero él no le creía y le decía que era una mentirosa. Debido a la discusión con su esposa Pablo se salió a tomar unas cervezas con sus amigos y les contó lo ocurrido, de pronto uno de sus amigos le dijo que él había oído como le chiflaban a su esposa por las tardes, también agregó que había ido en busca de la persona que chiflaba pero nunca veía a nadie y que a lo mejor se metía a su casa por eso no veía a nadie. Dos semanas más tarde el pequeño Felipe enfermó y lo llevaron al médico, donde este les dijo que su hijo estaba muy desnutrido. La molestia de Pablo incrementó con esta noticia y nuevamente tuvo una pelea muy fuerte con doña Patricia. Con estas cosas que estaban sucediendo tenía que tomar una decisión, seguir con su esposa o abandonarla. Un primo de Pablo le propuso espiar a su esposa para salir de dudas de una vez por todas, a lo que él aceptó. Los días transcurrían y diariamente se escuchaban los silbidos y aunque Ulises el primo de Pablo estaba muy alerta nunca veía nada.

Lo más extraño estaba por ocurrirle a este matrimonio. Doña patricia se quejaba desde hace días de un dolor muy fuerte en el estómago y su esposo la llevó al médico. Para su sorpresa les informaron que estaba embrazada, no lo podían creer, y se fueron a casa para conversar un poco. Los dolores de doña Patricia iban en aumento y dos semanas después de la última visita al médico fueron nuevamente, esta vez pidieron que se le realizaran más estudios, al recibir el resultado de los estudios quedaron muy sorprendidos, pero para no tener duda alguna le hicieron un ultrasonido y lo que descubrieron fue aterrador, pues en la pantalla del aparato se podían ver varias serpientes en el interior de doña Patricia. Ese mismo día fue operada de urgencia en el hospital y le sacaron ocho serpientes de su panza.

Ya en casa Pablo decidió no ir a trabajar para quedarse en casa a cuidar a doña Patricia ya que estaba muy asustada con lo que le había sucedido. Una tarde Pablo salió a la tienda y a medio camino escuchó unos silbidos y corrió velozmente hasta su casa, primero revisó alrededor de ella y no encontró nada, pero cuando entró casi pierde la cordura pues fue testigo de un acto imposible de creer, ahí estaba una serpiente que le succionaba la leche a su esposa mientras que el pequeño jugaba con la cola de esté animal, de inmediato pidió ayuda porque pensaba que la serpiente les podía causar daño a alguno de los dos y Pablo solo no podía hacer nada, llegó su primo y otros vecinos para evitar que la serpiente se diera a la fuga, ya una vez que estuvieron en sus posiciones Pablo entró y asustó al animal mientras que un vecino tomó rápidamente al pequeño para que no lo fuera a atacar la serpiente, el animal se desplazó por toda la casa intentando huir pero no podía ya que estaba rodeado, de pronto la serpiente comenzó a silbar de una forma que nadie jamás había visto y todos quedaron muy sorprendidos.



Durante unos cuarenta minutos trataron de matar al animal hasta que de un tajo con un machete muy afilado la cortaron en varios pedazos. Pablo corrió a levantar a su esposa pues creía que estaba muerta, en cuánto la tomó en sus brazos para llevarla al médico doña Patricia despertó, todos le preguntaban qué había pasado pero ella decía que no recordaba nada. Después de este hecho Pablo vendió sus tierras y su casa para mudarse a la ciudad con su familia, ya que tenía miedo de que volviera a suceder un hecho similar.

De Pablo y su familia jamás se volvió a saber, pero lo que ocurrió en esa casa será recordado durante mucho tiempo por los habitantes como, la mujer que fue amante del cincuate.